Una historia es el camino más rápido para unir a dos personas…
Sigo ampliando mi “banco de historias”, espero que te sean útiles
El ratón dentro del frasco.
Se puso un “ratón” en la parte superior de un frasco lleno de granos. Estaba tan feliz de encontrar tanta comida a su alrededor que ya no sentía la necesidad de correr en busca de comida y ahora podía vivir felizmente su vida.
Después de unos días de disfrutar de los granos, llegó al fondo del frasco. Ahora estaba atrapado y no podía salir de allí. Ahora tiene que depender únicamente de que alguien ponga granos en el mismo frasco para que él sobreviva.
Es posible que tampoco obtenga el grano de su elección y tampoco puede elegir. Aquí hay algunas lecciones para aprender de esto:
1) Los placeres a corto plazo pueden conducir a trampas a largo plazo.
2) Si las cosas se están volviendo fáciles y te estás sintiendo cómodo, te estás quedando atrapado en la dependencia.
3) Cuando no estés usando tus habilidades, perderás más que tus habilidades. Pierdes tus OPCIONES y LIBERTAD.
4) La libertad no es fácil, pero se puede perder muy rápidamente.
NADA es fácil en la vida y si es fácil, quizás no valga la pena…
El Rey y los dos halcones.
Cuenta la historia que un rey de un país muy lejano recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasados unos meses, el instructor le comunicó que uno de los halcones estaba perfectamente educado, había aprendido a volar y a a cazar, pero no sabía qué le sucedía al otro: no se había movido de su rama desde el día de su llegada a palacio, e incluso había que llevarle el alimento hasta allí.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie consiguió hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a varios miembros de la corte, a pesar de todos intentos nada cambió; por la ventana el monarca veía que el pájaro continuaba inmóvil. Publicó por fin un bando solicitando ayuda, y entonces, a la mañana siguiente vio al halcón volar ágilmente por los jardines.
-Traed al autor de este milagro -dijo a su séquito. Al poco rato le presentaron a una campesina.
-¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo lograste? ¿Eres bruja, acaso?
Entre feliz e intimidada, la mujer explicó:
-No fue difícil, Su Alteza: sólo corté la rama. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y se lanzó a volar.
¿A que rama estas tú enganchado?
El helecho y el bambú.
Deje su comentario